sábado, 2 de marzo de 2013

Capítulo 2º



     Unos tres siglos atrás, Belona creaba lo que sería su primera criatura inmortal, mientras su esposo, Marte, se dedicaba a otros quehaceres. Le gustaba tenerla en todo momento controlada, saber lo que hacía, en lo que pensaba y a que se dedicaba. Caminó por los largos pasillos del Panteón hasta que llegó a la sala privada de su esposa, donde le gustaba pasar su tiempo libre. Abrió las pesadas puertas y entró.
Se la encontró entonces observando lo que parecía un útero gigante suspendido en el aire. Dentro había lo que parecía un feto ya bastante desarrollado, con la apariencia física de cinco años humanos.

- Belona, ¿Que estás haciendo?- preguntó perplejo, mientras se acercaba a ella con firmeza.
- Estoy cansada de que los vampiros ajusticien a los humanos como si ellos tuvieran en sus  frías e inertes manos el derecho a vivir o morir de éstos. - giró la cabeza y lo miró fijamente a los ojos. - Yo soy quien ordena quien muere o vive en una batalla. No esos estúpidos chupa sangre. Yo mando aquí, no ellos.
- Te has vuelto completamente loca.- contestó Marte, mientras no podía apartar la mirada del gran útero que flotaba. -¿Qué es eso?
- Esto, mi querido esposo, es lo que ajusticiará a los vampiros. Lo estoy creando a mi imagen y semejanza.
-¿Lo?
-Sí, será un hombre con los mismos poderes y aptitudes sobrenaturales que los vampiros. El único que podrá vencerlos de una vez por todas. Desde que han aparecido, la Tierra se ha convertido a un caos. Cada vez hay más y más.... es repugnante. Se alimentan de sangre humana para poder sobrevivir. Me producen nauseas.... Y esa es otra de las razones, mi querido esposo, por las que deben desaparecer.
-¿ Y como lo vas a conseguir con uno solo?
-Tiempo al tiempo, Marte, tiempo al tiempo.- contestó mientras contemplaba su creación y sonreía levemente.


De vuelta a casa con Coco, Anette no podía dejar de pensar en el momento de su transformación. ¡ Ojala hubiera tenido la opción de elegir!, pensaba para si misma, pero nadie se la había ofrecido.
 El tema de su amigo la tenía completa y absolutamente absorbida. Ya no sabía que hacer para que ese dolor y esa angustia que sentía se fueran para siempre. A pesar de que con el paso de los años los recuerdos sobre su vida humana se hacían cada vez más borrosos, aún conservaba algunos. Recordaba lo último que había hecho como tal. Su tía Alice estaba muy enferma, así que Anette caminaba más de diez  kilómetros todos los días para ir a verla. En una cesta de mimbre le llevaba comida y algunas medicinas naturales que ella misma preparaba. Todos los días volvía cuando aún era de día, ya que tenía que atravesar un profundo y oscuro bosque. Sin embargo aquel día se le hizo demasiado tarde.
Empezaba a anochecer cuando salió de la casa de su tía, por lo que se apresuró todo lo que pudo para llegar a casa pronto, donde sus padres y sus tres hermanos pequeños la esperaban para cenar. Estaba tan asustada.... oía los aullidos de los lobos a lo lejos y solo pensaba en volver a casa y acercarse a la chimenea para calentarse las manos. De pronto, algo la frenó en seco. Una de las ramas se había enganchado en su capa de lana.

- Yo te ayudo.- escuchó, y una larga y esquelética mano apareció de entre las sombras para liberarla de su trampa.
-Gra....cias. - dijo, mientras miraba al hombre escondido entre las sombras. Su rostro era perfecto, tenía el pelo castaño y los ojos azules. Le pareció el hombre más apuesto que había visto en  su vida.  Sus facciones parecían esculpidas a zinzel.
-¿Que hace una joven tan hermosa como tú en este bosque tan oscuro a estas horas?
-Vengo de.... casa de mi tía. Está enferma.- contestó, como si las palabras brotaran solas de sus labios. Su madre siempre le había dicho y repetido que no hablara con extraños, pero en esa ocasión no pudo evitarlo. Sus ojos, tenían algo que la hechizaban.
-¿Puedo acompañarte en el camino? Yo también me dirijo al pueblo.

Anette, en su despreocupada inocencia aceptó. Era mejor ir acompañada de un apuesto caballero que pudiera defenderla, pensó. Caminaron unos metros, hasta que el hombre se paró en seco. Anette se giró y lo miró. Entonces sus ojos ya no eran verdes, ahora eran grises, de un color pétreo.  Se empezó a sentir cansada y somnolienta. Sus fuerzas empezaban a flaquear. Se mareó y antes de caer al suelo, el hombre desconocido la sostuvo entre sus brazos. Tenía la sensación de que todo era irreal, como si se tratara de un sueño. Entonces el hombre se acercó a sus labios y la besó, pero no fue algo dulce, sino que sintió como su cuerpo se quemaba por dentro, y entonces la oscuridad la invadió.

Cuando despertó, lo primero que vió fue la luna llena en el cielo, completamente despejado y casi carente de estrellas. Únicamente esa enorme luna de invierno. Se sentía rara, como si algo hubiera cambiado en ella. Se llevo la mano a los ojos y los frotó, intentando enfocar la vista.

- Pensaba que nunca te despertarías. - olló decir a su lado. Giró la cabeza y vió a un hombre sentado en un tronco, pero no era el mismo de antes, era otro distinto. Este tenía el pelo tan negro que se confundía con la noche y unos grandes y redondos ojos verdes, tan iluminados por el resplandor de la luna que parecían brillar. Se irguió, apollándose en sus hombros y preguntó: - ¿Quien eres?
-Me llamo Christopher, pero esa no es la verdadera pregunta.
-¿Que hago aquí? ¿Que ha pasado? - preguntó, aún aturdida.
-Sí, esa está mejor. Si observas el tatuaje en tu muñeca podré explicártelo.
-¡Yo no tengo nada en la....!- dijo, mientras levantaba el brazo izquierdo y observaba como en su muñeca aparecía la marca de una espada. -¿ Que.... que es esto?- preguntó asustada.

Continuará.....
















3 comentarios:

Kyric Kaimi dijo...

No me dejó comentar antes, pero ahora sí que si. Cada vez me va gustando más, aquí explicas muchas cosas y la historia se va desarrollando, poniéndose interesante.
Pinta muy bien así que a ver como sigue, con ganas del próximo cap. me dejas :P

Angy dijo...

es que esta chica..mira que confiar en un extraño y en medio del bosque... bueno, al menos ya sé porque lleva ese tatuaje...


te seguiré leyendo y comentando mañana ^^

un besoo

*Kuroneko* dijo...

Tu forma de redactar es, simplemente, impresionante. Todo se entiende perfecto, y es muy fácil hacerme una imagen mental sobre las escenas.
La forma en la que organizás todo también queda muy bien. Me muero por saber más tanto de la creación de los Bellum como del pasado de Anette. Y parece que los Bellum no son tanto más piadosos que los vampiros, tampoco...